lunes, 8 de agosto de 2022

Bariloche 1° planta biotecnológica

  

Equipo: Diego Libkind (izq.), Martín Moliné e Ignacio Bolognino. Foto: IPATEC.

Un equipo del CONICET impulsa la construcción de la primera planta biotecnológica en Bariloche

El Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC, CONICET-UNCo) trabaja con una levadura que produce naturalmente el pigmento utilizado en la alimentación de las truchas y, como suplemento dietario. 

A través de un convenio entre el CONICET y el Grupo Harmony, se producirá este componente de demanda internacional.

Con apoyo científico-técnico de un grupo de investigación del IPATEC (CONICET – UNCo), la compañía Grupo Harmony construirá una planta biotecnológica en Bariloche para producir y exportar el pigmento natural astaxantina, un insumo demandado en el mundo por las industrias acuícolas y como suplemento dietario. 

El CONICET firmó un convenio de Investigación y desarrollo con la empresa para llevar delante de forma conjunta el proyecto que contará con el financiamiento del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, y se instalará en el Parque Productivo Tecnológico Industrial Bariloche (PITBA).

Los científicos y las científicas del CONICET trabajan hace años con la levadura Phaffia rhodozyma, un hongo unicelular que habita naturalmente en los bosques andino-patagónicos para protegerse de la irradiación solar y otros factores ambientales. 

Esta levadura produce la astaxantina, un pigmento antioxidante que es aproximadamente quinientas veces más potente que la vitamina E. 

Puede ser utilizado como suplemento dietario y como nutriente natural para la alimentación acuícola de los salmones, langostinos, camarones, langostas y flamencos.

“Es una oportunidad muy esperada por nosotros, que hace muchos años venimos trabajando con esta levadura y sus pigmentos. 

Estamos muy entusiasmados con este convenio porque nos permite llevar a escala productiva y comercial un desarrollo propio y que tiene un impacto a nivel internacional pero principalmente en la industria local de producción de truchas”, expresó Diego Libkind, investigador del CONICET y director del IPATEC.

Biorreactor de IPATEC con cultivo de la levadura Phaffia rhodozyma. Foto: IPATEC.

La iniciativa contempla la construcción una planta industrial con una producción inicial basada en dos biorreactores de mil quinientos litros, la cual es tres veces mayor a la requerida en Argentina. 

Es por ello que el producto se introducirá primero en el mercado local y el resto se destinará a la exportación. 

Posteriormente, la empresa proyecta triplicar la cantidad producida. En una primera instancia se utilizarán variedades de lavaduras hiper-productoras no autóctonas, pero no se descarta su reemplazo a futuro por levaduras de la región.

La inversión se realizará en un predio de la empresa en el Parque Productivo Tecnológico Industrial Bariloche (PITBA) y se convertirá en la primera planta biotecnológica de la ciudad. 

El proyecto es financiado con dos créditos del BICE, que alcanzan a más del 60% de la inversión total, y el apoyo de la Secretaría de Industria del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. Se espera que esté operativa en un plazo aproximado de 18 meses.

“En la región existen una gran cantidad de profesionales y proyectos relacionados con biotecnología; por lo tanto, otro de los objetivos es impulsar y fortalecer desarrollos en la materia que cuentan con distintos grados de avance, pero que no han podido materializarse debido a la inexistencia de plataformas de escalado de biotecnologías”, comentó Martín Moliné, investigador en el IPATEC y parte del equipo de trabajo. 

Por su parte, Diego Libkind agregó: 

“También esperamos que este proyecto ayude a diversificar la matriz de nuevas tecnologías disruptivas que posee Bariloche y que abra paso a la creación de carreras afines a la biotecnología en la Universidad Nacional del Comahue”

Sobre el grupo de investigación del IPATEC:

De parte del IPATEC el grupo de trabajo está conformado por Dr. Martín Moliné, Dr. Diego Libkind, Ing. Martin Ducos, Lic. Ignacio Bolognino, Dra. Victoria Santos, Dis. Pablo Gutiérrez, Lic. Pablo Soraire y Tec. Luciana Cavallini. 

Se trata de un equipo multidisciplinario con experiencia en desarrollos biotecnológicos y su transferencia al medio productivo.

Sobre la empresa:

Grupo Harmony se creó en 1990, se dedica a la industria de la alimentación y se encuentra en más de 14 países de Latinoamérica. 

Hace 7 años dieron un fuerte impulso a la innovación y comenzaron a trabajar con Universidades e Instituciones Científicas.

CONICET

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