Centollas nacidas y criadas en CADIC para repoblar el canal Beagle.
Foto: gentileza Federico Tapella.
El Centro Austral de Investigaciones Científicas del CONICET participa en un proyecto internacional que busca desarrollar nuevos sistemas de cultivo de organismos acuáticos en regiones con costa al Atlántico
Las actividades que la humanidad ha desarrollado para obtener el alimento fueron modificándose a lo largo de la historia para poder sostener a una población cada vez más grande y acompañar cambios en los estilos de vida.
Así, de la recolección y la caza se pasó a la agricultura y la ganadería; y los sistemas productivos asociados a estas actividades siguen mutando merced a los avances científicos y técnicos.
En las últimas décadas, este derrotero comenzó a incorporar, además, preocupaciones acerca del impacto de estas acciones sobre el ambiente, los ecosistemas y la salud humana.
La pesca no es ajena a estos movimientos.
Con el correr de los siglos aquellos grupos humanos que pescaban de manera rudimentaria, en costas o cursos de agua poco profundos, fueron adquiriendo tecnologías especializadas y accediendo a otras zonas y presas.
En la actualidad, uno de los desarrollos que contribuyen al aumento de productividad es lo que se conoce como acuicultura que consiste, según la FAO, en el “cultivo de organismos acuáticos en las que el hombre interviene en el proceso de cría para aumentar la producción”.
Tomás Chalde, investigador del CONICET en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET) centra parte de sus investigaciones en esta área, como parte de un proyecto internacional llamado ASTRAL, y comenta que
“En Tierra del Fuego se han llevado a cabo varios emprendimientos de acuicultura, relacionados principalmente con la producción de de mejillones.
A pesar de que comenzó a fines de 1990, en la actualidad se mantiene en un estado incipiente a escala artesanal”.
La acuicultura puede realizarse a través de diversos sistemas.
“Uno de los más conocidos son los monocultivos intensivos donde se produce una única especie, como ocurre en la producción de salmónidos en el mar.
Con el avance de la tecnología y el conocimiento, se ha logrado el uso de sistemas novedosos como por ejemplo, los Sistemas Multitróficos Integrados (IMTA de su sigla en inglés), donde se cultivan varias especies que se complementan por sus hábitos alimentarios.
Justamente el desarrollo de este tipo de sistemas a lo largo del Océano Atlántico, es el objetivo del proyecto ASTRAL del que formo parte junto a otros investigadores e investigadoras del CADIC”, describe Chalde.
“En los sistemas IMTA sólo se ofrece alimento a los organismos del nivel trófico superior, mientras que sus desechos son utilizados por especies de niveles tróficos inferiores, reduciendo el impacto ambiental y maximizando la utilización del alimento ofrecido a los animales”, continúa el investigador.
Este sistema de producción presenta ventajas sobre los sistemas tradicionales, principalmente relacionadas con la sustentabilidad ambiental.
Sin embargo, lograr un buen equilibrio entre la producción, el ambiente y la rentabilidad para producir diferentes especies en el mismo momento y lugar, representa un gran desafío científico-tecnológico.
Esto se traduce en que normalmente la acuicultura multitrófica se aplique principalmente en producciones de pequeña o mediana escala y en búsqueda de un mercado exigente que demanda un producto natural de alta calidad.
Por este motivo, en la actualidad, tanto a nivel mundial como nacional, existen pocos emprendimientos productivos que utilicen estos sistemas ambientalmente amigables.
Proyecto ASTRAL
El CADIC forma parte de un proyecto internacional de investigación, como representante de Argentina, que busca desarrollar nuevos sistemas de acuicultura multitrófica integrada en regiones con costa al océano Atlántico.
El proyecto ASTRAL (All Atlantic Ocean Sustainable, Profitable and Resilient Aquaculture, en castellano, Acuicultura Sostenible, Rentable y Resiliente en el Océano Atlántico) buscará lograr este objetivo mediante el estudio de cuatro temas principales:
1 --- Nuevas cadenas de valor y métodos de producción: se evaluará y comparará el funcionamiento de los sistemas de IMTA operando actualmente en Irlanda, Escocia, Sudáfrica y Brasil, los cuales emplean diferentes sistemas de producción.
“Estos sitios actuarán como “laboratorios” a escala productiva en los cuales se podrán evaluar ventajas y desventajas de cada sistema”, describe Chalde.
2 --- Clima–Océano–Alimento: se evaluará el impacto que puede tener el medio ambiente sobre la actividad productiva y viceversa.
“Se busca optimizar los procedimientos para el monitoreo ambiental que nos permita predecir, por ejemplo, floraciones algales causantes de marea roja, o la presencia de microplásticos en los organismos cultivados”, explica el investigador del CADIC.
3 --- Desarrollo de biosensores: se diseñarán y desarrollarán sensores para monitorear en tiempo real diferentes parámetros ambientales para poder obtener alertas tempranas de cambios en el ambiente acuático y detectar la presencia de contaminantes.
“El desarrollo de estas tecnologías es uno de los objetivos más desafiantes, ya que para la sostenibilidad de esta actividad es necesario no solo monitorear los cambios que sufre el medio y que pueden impactar sobre la producción, sino también los cambios que la actividad puede ocasionar sobre el medio ambiente”, asegura Chalde.
4 --- Comunicación: ASTRAL realizará un gran esfuerzo para comunicar todos sus resultados, no solo en el ambiente científico-académico, sino también hacia la sociedad en general.
Se realizarán diversos talleres, mesas de trabajo y conversatorios para transmitir las opciones que actualmente existen en un marco de sustentabilidad acuícola en el Atlántico.
Por otro lado, ASTRAL desarrollará una plataforma virtual para ser un canal de comunicación directa entre científicos, tomadores de decisiones, sector privado, sociedad y todo actor interesado en el desarrollo de la acuicultura multitrófica.
Acuicultura multitrófica integrada en Tierra del Fuego
El CADIC es el representante de Argentina en ASTRAL, cuya propuesta es evaluar todos los parámetros necesarios para poder desarrollar la Acuicultura Multitrófica Integrada en Tierra del Fuego, comenzando por la evaluación de especies potencialmente cultivables según aspectos biológicos, regulatorios, económicos y sociales, entre otros.
Este análisis se hará considerando los estándares más elevados de cuidado ambiental, por lo que el monitoreo de la zona es una de las prioridades del proyecto.
Chalde comenta que “en Tierra del Fuego contamos con varias especies con potencial para ser cultivadas en un sistema multitrófico tales como los mejillones y las macroalgas.
Asimismo, también evaluaremos el potencial de otras especies locales estratégicas, como por ejemplo el róbalo, púyen, centollas y erizos”
Los investigadores e investigadoras del CONICET en el CADIC que participan en ASTRAL son Tomás Chalde, Irene Schloss, Gustavo Ferreyra, Fabián Vanella, Federico Tapella, Clara Iachetti y Paula Sotelano.
El proyecto es financiado por la Comisión Europea como parte del programa Horizon 2020 y está conformado por un consorcio de 16 instituciones de países que poseen costas hacia el océano Atlántico.
Por Mariela López Cordero – CADIC
Sobre investigación
Centros de Investigación y Tecnológicos
Norwegian Research Centre – Noruega (Coordinador)
Centro Austral de Investigaciones Científicas – Argentina
LEITAT Technological Center – España
The Scottish Association for Marine Science – Escocia
Council for Scientific and Industrial Research – Sudáfrica
Marine Institue – Irlanda
Nigerian Institute for Oceanography and Marine Research – Nigeria
Universidades:
Universidad Federal de Rio Grande – Brasil
University of Cape Town – Sudáfrica
PyMES:
Bioceanor – Francia
Easy Global Market – Francia
Crowdhelix – Irlanda
M&O Partners – Brasil
Viking Aquaculture – Sudáfrica
Asociaciones:
PoleMer Bretagne Atlantique – Francia
Organizaciones Gubernamentales
Atlantic International Research Center – Portugal.
CONICET